sábado, 24 de enero de 2009

Mientras trabajaba, mi cabeza corría a mil kilómetros por hora pensando y relacionando cada asunto con absolutamente cualquier cosa que incluso por casualidad pasara por el lugar. Mi cerebro la tomaba y de alguna manera lograba amoldarla de modo que tuviera coherencia -por inverosímil que esto fuera- con el último sujeto del que mi pensamiento se hubiese enganchado y lo integraba perfectamente en el todo que representa mi visión del mundo. Pensaba y pensaba cosas; algunas de ellas me parecieron interesantes, dignas de desarrollar o tal vez de comentar, por lo que pronto me invadió la sensación de que estaba desperdiciándolas. Me pareció una tragedia que ninguna de ellas quedara registrada de modo alguno, salvo vaga e implícitamente en cada una de las cinceladas que sobre mi cautivo lanzaba. Así que prendí ese viejo computador, abrí el procesador de texto y justo entonces, las ideas dejaron de fluir y como idiota desperdicié más de media hora frente a la pantalla para obtener absolutamente nada más que estas insípidas líneas.

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  HAHAHAHAHAHA, es demasiado! HAHAHahahahahHAHah Oh haha pobrecillo hahaha. Realmente me mata… Estaba tallando los últimos detalles de su mano izquierda cuando de pronto, hahaha no puedo parar, cuando de pronto, en medio del silencio.. hahAhahAHAHHAHAAHAHA!!! Solo faltaba delinearle un poco la uña pero desde la calle oí un grito que me sobresaltó y ... le corté el dedo!!! hahaha el muy idiota parece un yakuza caído en desgracia hahahaha y eso que nunca estuvo en Japón hahaha Lo más divertido fue cuando le cayeron lágrimas de sus ojos hahahahHAHA es gracioso porque aún no los he hecho!

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 Hahaha, ya pasó otro día pero cada vez que lo recuerdo me da risa de nuevo, pobrecillo de él...  hahaha es un poco cínico, pero me divierte, qué le voy a hacer?. Además eso de pobrecillo es una especulación que se basa en ciertas creencias supersticiosas y arcaicas para los tiempos en los que vivimos. Ahora que declarar dichas creencias como inválidas solo porque el momento cultural en el que estamos inmersos no las glorifica entre aquellas muchas otras estupideces que si cuentan con la venia del establishment y que las convierte en objetos de culto a través de la moda sería una estupidez. Y también es cierto que quizás sea esta misma calidad de perdidos u olvidados y velados entre las sombras de la historia, lo que haya protegido del manoseo y el deterioro ciertos conocimientos que mucho distan de ser simplonas creencias; yo mismo poseo una amplia cantidad de experiencias tanto agradables como dañinas en el camino que he tenido que andar para poder hacerme de aliados y con su ayuda lograr moldear la materia y la energía a mi favor. Es cierto que mi nivel de manejo y dominio de estos entes aún es muy bajo, pero no es algo que me preocupe. Con el paso de las lunas mi cuerpo será cada vez mas puro y más fuerte, ya que he dejado por completo de lado el consumo de estimulantes de todo tipo. Mi mente también será flexible y rígida a la vez, como el bambú cuando es joven, como el agua que en su fluidez todo lo permea. Pronto mi ser se convertirá en el anfitrión idóneo para la llegada del gran, del verdadero Aliado en la tierra y seré su fiel cooperador en su sagrada tarea de limpieza. Me regocijo en la espera de dichos días en que el fuego secará la sangre de los millares de patéticos seres que han padecido bajo las hordas pecadoras de cerdos sionistas, gobiernos y multimillonarios inescrupulosos que como sanguijuelas se alimentan de la sangre idiota de los miles de zombis que ciegos deambulan entre la cuna y la tumba. Pecadores miserables, así como no respetaron la vida, las suyas serán execradas y yo mismo me reuniré con ellos en el infierno desatado que será la faz de este planeta cuando los entes y las bestias -o feliz día- festinen con su carne. Yo mismo ataré sus miembros, cavaré sus tumbas y despiertos les lanzaré a los pozos de serpientes sedientas que a través de su digestión los devolverán al rincón oscuro del que nunca debieron salir. Demonios, llevo cuarenta y cinco minutos escribiendo y divagando. Además cometí la estupidez de prender un cigarro! Si sigo así nunca lo lograré...

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 Beatriz vino a visitarme. Tenía ganas de empezar un proyecto propio. Le expliqué que no estaba preparada, que era cosa seria y que no tenía ni la fuerza ni el estomago suficiente para intentarlo pero insistió e insistió. No me movió ni un pelo cuando posó sus largas y blancas nalgas desnudas sobre mis piernas. No perdí ni un segundo la concentración cuando con sus labios recorrió mi cuello, ni cuando se quitó la camisa descubriendo sus pechos que luego pasó a cubrir con mis manos, ni cuando arrodillada entre mis piernas bajó mi pantalón e intentó besarme. Tuve que impedírselo, por muy excitada que estuviese, mi misión me impide derrochar energía y sobre todo fluidos en cuestiones hedonistas. Si íbamos a tener relaciones, debíamos hacerlo como el Aliado manda.

Quedamos de juntarnos esa noche en su departamento. Al llegar noté que había arreglado cada detalle como una colegiala que prepara un pastel con el libro de recetas en la mano. La pócima, la luna, las velas y las criaturas todas prestas al sacrificio, partiendo por ella que vestía un ligero vestido púrpura, un brazalete en el tobillo y los pies descalzos. Desde ese momento todo sucedió vertiginosa e irremediablemente. Al mismo tiempo que clavaba mi lanza bajo su vientre,  tracé con mi daga los arcanos sobre su espalda. La sangre manó generosa y mientras seguía poseyéndola, su piel se iba poniendo cada vez más blanca hasta que su grito lánguido se extinguió, agotando el aire enrarecido por el abundante humo que producen las gallinas cuando no son lavadas suficientemente. 

Se desmayó así que tuve que continuar sobre ella por mi cuenta hasta que llegado el momento de éxtasis, recité los nombres al viento sur que de inmediato respondió. Corté un mechón de su cabello, lo empapé en la sangre mezclada de reptil, ave y mujer y pinté las caras del pergamino hasta cubrirlo por completo. Entonces tuve que despertarla, pero no me hacía caso -ya decía yo que era demasiado débil. La abofeteé un par de veces y hasta que volvió en si. Había perdido por completo la concentración y la conciencia de aquello que estábamos haciendo -detesto a los principiantes. Tuve que darle algo de opio e hipnotizarla para guiarla hasta encontrar el lugar en su inconsciente donde el nombre me aguardaba. Llegamos, lo recuperé, lo guardé entre mis ropas y me fui.                                 .................................................................................

 Estuve pensando en eso de ser principiante y me di cuenta que también yo flaqueo en ocasiones. Recuero que cuando me encomendaron asesinar no fui capaz de hacerlo. Me refiero al primer intento. Entonces tuve que ingeniármelas y mezclar un secuestro a la chilena con la provocación de estos grupillos seudo políticos de quinceañeros impresionables. Bueno, primero tuve que escogerlo, pero eso no fue ningún problema. Hace tiempo que lo venía guardando en mi pecho como una fuente inagotable de odio y rencor. Era un asqueroso microempresario que contrataba inmigrantes y les explotaba de modo inmisericorde. Casualmente cuando recibí la tarea, el decidió recortarles a media hora el tiempo de almuerzo y quitarles el jugo y el pan. Un miserable plato de comida por trece horas de trabajo desde las diez de la noche hasta las 9 de la mañana. Además les cobraba por el alojamiento que ni falta hace describir. Así que me le acerqué y aprovechando su malsana inclinación sexual, use los pocos pases que conozco de magia menor en él. Lo invité a beber unos tragos a un bar cercano a mi casa, con la promesa de pasar luego a ella. El insistía en su esposa así que tuve que entregar parte del botín como adelanto, mientras me concentraba en emborracharlo. Cuando apenas le quedaban fuerzas para intentar tocarme, lo invité cortésmente a mi apartamento. Tuve algo de miedo pues también a mi me había hecho efecto el licor, pero el nerviosismo me devolvió a medida que crecía, toda la nitidez a mis sentidos.

Las piernas me temblaban cuando al caminar nos cruzamos con el patético grupo de skinheads que acostumbraba juntarse a beber y custodiar la presencia de travestis. Entonces justo antes de acercarnos, me lancé sobre él y lo besé tan apasionadamente como pude. Hice la mayor cantidad de ruidos con mi respiración, emití gemidos tan sonoros como pude. Los skin lo notaron rápidamente y empezaron a caminar hacia nosotros. Cuando él lo notó hizo ademán de correr, yo lo tomé de la mano y se lo impedí, al tiempo que a viva voz comencé a proferir malas palabras e imprecaciones al grupo de adolescentes:

" Qué se creen ustedes pedazos de mierda, que porque usan su ropa publicitaria me asustan? Tengo más hombría en el único testículo que me queda que todos ustedes juntos. Y también tiene más pelo que todas sus cabezas repletas de aire. Puercos serviles del sistema, no son más que peones de peones, peores que carabineros, peores que banqueros! "

Entonces enardecidos corrieron hacia nosotros. Tuve que aguantarme una buena pateadura pero eran infantes, ni siquiera caí inconsciente. Sin embargo él no corrió la misma suerte.

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 Vino a buscarlo. Le dije "Beatriz no estás lista, no podrás controlarlo, él te manejará". Pero no me hizo caso, y como yo no soy quién para negarle la muerte a nadie le entregué su nombre, que al fin y al cabo era suyo. Miró largamente el pergamino entre sus manos. Tenía un brillo en los ojos que me recordó la ocasión que pasé navidad con mi hijo, el más grande. Todo el año quiso ese aparato y al abrirlo no podía creerlo. Lo miró y lo miró extasiado por varios minutos, pero ahora que estaba en sus manos, no sabía qué hacer con él. Beatriz tardó bastante en notarlo. Levantó la vista sin subir la cabeza, sus ojos apenas se veían entre la sombra roja que usaba y esa chasquilla oscura. Su piel seguía pálida y contrastaba con su vestido negro. Se veía realmente sexy. Así que antes de que usara su magia menor sobre mi, le di la espalda y me concentré en mi proyecto.

Ahora que carecía de meñique, imaginé que el rencor ya se gestaba en su interior así que me apresuré a darle forma a su rostro y dotarle de rasgos como la resignación, la violencia y la obediencia.  Cuando dibujaba las arrugas con que le restaría voluntad, se resistió. Puso la frente0 tensa y resultó peor por que en vez de línea le quedó una bonita cicatriz. El cincel saltó y casi me marca a mí también, así que molesto lancé un paño sobre sus ojos y le di un sonoro golpe en los riñones. Beatriz aún babeaba sobre su pergamino cuando volví a mirarla. Tan solo el nombre del aliado ejercía su influencia sobre ella. Estaba condenada, solo que no lo sabía. Caminé hacia ella, le quité el pergamino y le indiqué que me siguiera. "Podrías partir con arcilla, así en caso de peligro será fácil romper alguna de sus extremidades. Por favor, recuerda esto, Nunca, jamás lo rompas por completo! Muy por el contrario que destruirlo, lo estarías liberando". No es que tenga algo en contra de que haya entes vagando entre nosotros, es solo que al ser yo finalmente quien lo canalizó, es muy posible que genere una dependencia energética con la que no deseo cargar. "Más vale hacerlo amorfo, por decirlo de algún modo. Por ejemplo sin piernas o sin ojos, o ambos. Recuerda que debes cortar la lengua de un gato pequeño si quieres que hable" Haha, Beatriz me miraba totalmente superada por mis palabras. Hasta solo algunos meses jugaba con una Ouija y apenas lograba canalizar almas errantes humanas para seudo sicoanalizarlas y ahora quería intentar hacerse de una mascota. Pobrecilla...

lunes, 12 de enero de 2009

últimas líneas de lo que soñé en la mañana

ELLA
Ves ese pino?

YO 
Si..

ELLA
Notas que le falte algo?

YO
La estrella en la punta?

ELLA
Mi vida es el pino y tú la estrella