martes, 29 de julio de 2008


Eres hermosa.
eres una hoja
que va del otoño al viento.
eres una mañana luminosa
de pajaros y escarcha.
imagino que el sol
viene a recoger la luz
de tu pelo, si le falta.
No lo sabes,
pero estas tendida
en el fondo de un rio,
y del fondo del rio
son tu claridad
y tu silencio.


escrito por Andrés Torres

viernes, 25 de julio de 2008

la des-unión de los estados

Se me ocurrió una historia:
"Un domingo como cualquiera se levantó de su cama y maquinalmente, luego de la habitual elongación de brazos y espalda acompañada del bostezo de rigor y de estirar la piel de su rostro pasando la mano sobre su cara, se dirigió hacía la entrada de su hogar. Abrió la puerta y como de costumbre encontró sobre el felpudo la edición dominguera de su querido diario favorito. Era una edición especialmente gruesa, pues al ser la versión dominical, no solo traía las noticias más importantes de la semana si no que cada una de ellas venía acompañada o más bien precedida de varios artículos de diversos autores, cada uno experto en su materia, que desde diferentes visiónes aportaban toda clase de información y datos específicos que ayudaran a entender a cabalidad y en su correcto contexto cada noticia. Mientras hojeaba distraído avanzando rápidamente y dejando atrás uno y otro cuerpo, al llegar a la sección de política internacional, se sintió abrumado ante el anuncio de que nuevamente uno de los estados pedía su independencia. Era sólo uno más de una larga cadena de estados que ya no querían estar unidos y que ahora, al hacer pública y expresa su ambición, tendrían que comenzar junto a otros una larga lucha por la libertad y la autodeterminación. Lo bueno es que el resto de estados que ya habían dado ese paso estaban aliados y organizados, a pesar de que muy pocos colindaban entre ellos, o siquiera estaban cerca. Algunos se ubicaban en el no tan frío norte, o cerca de la costa este, en el arido sur o bañados por los mares pacíficos. Algunos de los multiples líderes, o quizás voceros de este, de algún modo espontáneo movimiento, aducían por el contrario que justamente la disgregación era una de sus mayores fortalezas. Hablaban de rodear al enemigo los más belicosos, otros más espirituales decían que la fuerza de su unión residia en lo tenue y abstractos que eran los lazos que les unían, y que estos lazos eran simplemente convicciones y anhelos, sueños en suma. Al parecer, segun rezaba el reportaje, muchos atribuian a la muerte (de causas aún no del todo dilucidadas) del expresidente, el repentino levantamiento masivo de civiles y la consecutiva aplastante represión militar. Parecía evidente ante los ojos del público que los responsables de la muerte del primer presidente que en mucho tiempo trabajaba en pos de un cambio radical (desde las políticas monetarias a las educacionales, pasando por salud y agenda internacional noviolenta) en el actuar del más poderoso país del mundo, no se encontraba oculto en lejanas tierras perdidas, cercanas casualmente a paises petroleros. Saltaba a la vista también que, dado lo inorgánico del actuar castrense y el continuo negar de las autoridades políticas la autoría de las ordenes dadas a los militares en los enfrentamientos armados contra civiles (como nunca se habían visto en la historia de occidente y con el triste pero esperable resultado de miles de muertos) que las fuerzas armadas actuaban bajo sus propios criterios y con el único fin de conservar, por sobre cualquier cosa, el orden establecido. Pronto pasó que muchos politicos de diferentes bancadas no pudieron más mantenerse indiferentes y levantaron la voz contra los militares primero, para, más tarde, sindicar con toda claridad a las cabezas de las entidades bancarias y financieras más poderosas como los autores intelectuales y beneficiarios tanto de las ordenes a los militares como de la pésima administración anterior al advenimiento del asesinado presidente. Fué entonces que en medio de una encarnizada guerra civil, uno de los estados más alejados del epicentro de los enfrentamientos logró, con no poco esfuerzo, el cese al fuego, luego el dialogo y finalmente la unión de todos los habitantes de dicho estado bajo una sola consigna: Independencia. Estaban dispuestos a perder todo beneficio que pudiera venir del gobierno central o de la relación con cualquiera de los estados que mantuvieran el sesgo del gobierno central ahora representado por un vicepresidente que no había continuado con la agenda del democráticamente electo y que, por ende, no era en rigor representante del proyecto por el cual los ciudadanos habían votado. [Ademas dicho vicepresidente, bajo la excusa de obrar en pos de la paz civil y posiblemente influenciado por los ya mencionados banqueros y magnates, otorgaba cada vez más poder a las fuerzas armadas, declarando estado de excepcion, emergencia y sitio a cada estado o poblado que mostrara la menor señal de subversion.] Entonces, este estado, luego de declarar su afán independentista comenzó a buscar aliados, primero entre los paises del este, pero más tarde y ante el no tan escaso pero insuficiente apoyo comenzó a mirar por un lado a los paises del sur, al pais del norte y por otro lado a mirar entre sus hermanos estados. Poco a poco comenzaron a tejerse redes sociales. Poco a poco la violencia tambien comenzó a cesar. Poco a poco los militares se quitaron sus uniformes y descubrieron que bajo ellos habitaba un ser humano libre de pensamiento y acción y consciente de las consecuencias de sus actos. Poco a poco los estados se agruparon bajo una nueva bandera sin color alguno y se opusieron tenazmente a la violencia tanto armada como social, cultural y económica de la que los pasados gobiernos y sus egoicos titiriteros escondidos habian hecho una bandera..."

Pero me dí cuenta que eso es solo un comienzo, uno del cual no quisiera conocer el final, que quisiera no tuviese final y que preferiría fuese real. Lo malo serían algunas de las condiciones necesarias, o de los factores y actores y sobretodo actos mencionados. Lo bueno es que es solo una ficcion, y como tal, solo una entre infinitas posiblidades...


PS. Feliz día fuera del tiempo!!!
Inlakesh

domingo, 13 de julio de 2008

Nostalgia


Había algo en el pasado devorando cada instante, robándonos el presente cada segundo que le abrumaba y le producía un sentimiento de melancolía del que no podía escapar. Una nostalgia del futuro que tarde o temprano caería en las fauces del pasado; ese pasado que no es siquiera memoria, que no permite participación ni reconstrucción de los hechos, que permite apenas la contemplación inútil del deterioro de los momentos, del fundirse y mezclarse de unos en otros, de su lenta e inevitable disolución.

Era anciano, mas no demasiado. Le gustaba pensar que conservaba su salud fuerte gracias a la costumbre de caminar varias horas seguidas cada tarde. Por eso los días de lluvia siempre le traían pena, no podía evitar pasar justamente la misma cantidad de tiempo que hubiese utilizado en caminar, observando por las ventanas de su departamento la calle. Miraba un rato por la ventana norte, desde ella podía ver con claridad y detalle todo cuanto ocurría entre el negocio de enceres donde acostumbraba comprar y la entrada del metro. Después, cansado de mantenerse quieto, enfilaba por el pasillo pasando el dedo sobre la cómoda y repasando con la vista alternativamente las fotos y los libros.
Las fotos retrataban hermosos momentos de encuentro, de triunfo y de despedidas. Las había encontrado en diversos lugares, algunas las compró y otras las recortó de algún diario o revista. Al principio las tomaba como fuente de inspiración para imaginar diferentes historias pero con el paso del tiempo, sorprendido comprobó que todas ellas podían mezclarse en un solo relato, un relato sospechosamente parecido a una vida. No la suya, por supuesto, sin embargo habían numerosos sucesos comunes que calzaban perfectamente y que le hacían pensar que ambas no eran mas que diferentes versiones o diferentes cursos de una misma vida. Pensaba que si no hubiese estallado en llanto aquella mañana; que si las gotas no lo hubiesen cegado talvez, solo talvez, entre sus recuerdos y sus fotos no habría tanta diferencia, y que cuando el tránsito de sus ojos llegaba al espacio que separaba el marco de una foto con el siguiente, su corazón no se sentiría tan vació.
Cuando llegó a la ventana ubicada justo en medio del pasillo, a un costado de la puerta de su baño, miró hacia el parque donde cada vez que hacía buen tiempo iba a estirar sus piernas. Ahora tenía que limitarse a observar desde el silencio de su pasillo los viejos árboles mecerse por el viento y temblar bajo las gotas. Entre los arbustos creyó observar una pareja acercarse, abrazarse, separarse, mover los brazos, y finalmente alejarse. Observó quieto como la mujer se llevaba las manos al pelo, o al rostro, darse vuelta hacia el muchacho que la miraba sin moverse, golpear con el pie al piso, dar nuevamente la vuelta y alejarse con andar pausado. Creía entender lo que pasaba ante sus ojos, podía suponer y atribuirles razones a uno, ponerse del lado del otro, mirarles con compasión, comprendiendo desde su ventana lo torpes que somos las personas para relacionarnos. Pensar que quizás en el fondo estaba bien que el muchacho no corriese a detenerla, que la dejara caminar sola como si nada bajo la lluvia, cruzar a destiempo la calle y perderse entre los autos y las motos y las gentes y los charcos. Pensaba que tal vez estuviese bien, que si fuesen el uno para el otro quizás, solo quizás, el destino se encargaría de que aquella tarde quedase en el recuerdo solo como un mal momento, producto de algún malentendido, de una descoordinación, del miedo, la ansiedad, la angustia o quién sabe qué cosa. Si realmente eran el uno para el otro, el destino no podría jamás dejar que esos besos bañados de lluvia fuesen los últimos en su historia común; que ese ultimo apretón de manos y juntarse de cinturas no podía ser la última vez que sus pieles se tocaran.
Bajó la vista hasta el piso cubierto de polvo, limpió su nariz con la manga de su camisa y dió media vuelta al baño. Al entrar, no pudo evitar ver su rostro en esa ventana que colgaba sobre el lavamanos. Se encontró exactamente igual que siempre, se sintió exactamente igual que todos los días que el sol cansado daba paso a la lluvia y las nubes para que gobernaran los cielos. Pensó que también lo hacían en su corazón y que lluvia y nostalgia parecían unidas desde siempre en su interior. Trató de pensar en su infancia y solo obtuvo imágenes mudas. Recordó el interior de un automóvil, las ventanas cubiertas de gotas permitían apenas mirar hacia fuera a los autos y las personas correr alocadas tratando de escapar, de buscar un lugar donde cobijarse y pensó, estuvo seguro que si en ese momento hubiese podido elegir, habría soltado su mochila, abierto la puerta y escapado a toda velocidad a saltar en los charcos, mojarse los pantalones hasta más arriba de las rodillas y, de ser posible, hasta la camisa y el chaleco. Sintió como le oprimía la corbata y lo enrarecido del aire dentro del automóvil. Sintió pena por sí mismo, por haber sido niño y que a la vez no se lo hubiesen permitido; sintió pena por la lluvia, porque le habían arrebatado a sus hijos y a los hijos a su madre. Pensó en la intimidad que compartían hierba y árboles con los elementos, pensó en lo tonto del hombre al escaparse de ello y se sintió ridículo pensando todo esto sentado en su baño. Miró a su alrededor la frialdad de la loza, sintió el contraste entre la aplastante pulcritud de los azulejos y la calidez de su piel envejecida. No pudo soportarlo, se subió el pantalón y sin lavarse las manos se arrojó fuera del baño, del pasillo y del departamento. No esperó al ascensor y bajó a toda carrera las escaleras tropezándose y torciéndose el tobillo sin sentir dolor alguno.

Desde el umbral contempló atónito como las calles poco a poco iban siendo bañadas por el dorado y como el sonido de las gotas estallando contra el pavimento era opacado por un ensordecedor silencio. Apretó el timbre que le permitía abrir la puerta y se encontró frente a frente con una calle por un lado vacía, pero también plena de luz y de pureza. Temblando observó en el piso el reflejo de un cielo majestuosamente celeste, y en las hojas de los árboles el vibrante verde. Entre las copas una bandada de pájaros levantó el vuelo haciendo caer apretadas miles de gotas sobre el barro. El corazón le saltaba y parecía no caber en su pecho, respiraba entrecortadamente e inhalaba cada vez con más fuerza tratando de defender del tiempo el aroma que le rodeaba. Sus ojos brillaban cuando el pasado se presentó encarnado. Lo miró con calma, apretó el pasto entre sus dedos y lo llevó junto a su corazón y sus recuerdos. Cayó la luz sobre la tierra, levantó el vuelo una bandada y el viento arrastró consigo las últimas nubes junto con la memoria. Luego, el silencio.

miércoles, 9 de julio de 2008

consulta

Bueno, comencemos el examen con esta imagen:


...recuerde que no hay interpretaciones correctas ni incorrectas, es más bien una especie de juego para que suelte su imaginación y podamos, tanto usted como yo, aprender un poco más de su interior... ahora dígame, ¿qué es lo que ve?

- que es lo que ve

-...

- hahaha, es que pensé que si partía con ese chiste tal vez usted iba a anotar en esa hoja algo así como "alta inteligencia verbal, o sentido del humor, o muy creativo... " Bueno, yo sé que no es un chiste muy creativo pero también pensé que eso de la creatividad es algo tan ambiguo y que si un chiste se torna creativo en la medida en que el receptor, digamos público, del chiste no lo conoce entonces... bueno, no sé pero me parece pésimo que la creatividad de un autor dependa de la cultura de su público, aunque también puesto en esas palabras pienso que el público de este país no tiene casi ninguna cultura, por lo tanto sería una ventaja para los humoristas... o quizás si la tengan en cuanto a humoristas, eh? porque si uno lo piensa bien, en general quiero decir, cuando hablamos de cultura deberíamos recordar al humor y a los humoristas y al genero humoristico o a la comedia pero rara vez lo hacemos, o sea, quizás en rigor cuando hablamos de literatura puede que se subentienda que están incluidos los generos como la comedia o el humor negro que sé yo, pero se considerará a los humoristas dentro de eso? porque en verdad ellos escriben sus rutinas pero más bien las actúan... Ah! claro! entonces cuando hablamos de teatro -y obviamente si hablamos de teatro hablamos de cultura- estarían incluyendose a los humoristas. Ya, en ese caso bueno quizás la cultura de la gente no sea tan mala después de todo... En realidad, eso da lo mismo, por que en este caso el público se reduce a usted, una psicólogo que lleva.... dígame, ¿cuánto tiempo lleva usted ejerciendo?

- eh... dos años... no, uno y medio la verdad...

- ah miré usted, yo habría pensado que llevaba más... es que se ve mayor de lo que uno imaginaría para ese tiempo ... ¿hizo algo antes de ejercer?

- Traté de ser músico por un tiempo, pero eso no resultó como yo habría deseado.... ejem, cof cof, pero volvamos a...

- Cierto, perdone usted, no quise importunarle... decía recién que la creatividad puede que en cierta medida dependa de la cultura del público y en este caso, me imagino que los chistes de ese tipo deben ser muy conocidos para usted, no? me refiero a respuestas en extremo literales... oh, ahora que lo pienso quizás sea un síntoma de alguna de las enfermedades que ustedes diagnostícan...

- Bueno, el término "enfermedad" no es uno que yo particularmente utilice, prefiero condición... y si me lo pregunta, pues si, puede ser considerado como un síntoma de una condición en particular, pero ningún síntoma por sí solo puede apuntar a nada, es más bien cuando hay un conjunto de síntomas que uno les une en una red y, normalmente esta red se parece mucho a lo que entendemos por una o más condiciones...

-mmmm interesante... pero el término condición me parece peor que el de enfermedad, o sea, si yo estoy resfriado me tomo una aspirina..

- en verdad la aspirina es un analgésico más o menos genérico, bueno también es antiinflamatorio, pero no es que digamos por antonomasia el remedio para el resfrio...

- Tiene razón, digamos entonces una limonada? Bueno, entonces si estoy enfermo me tomo el remedio correspondiente y plaf! se acabó el problema, en cambio una "condición"... no sé, me suena casi a terminal...

- Es que francamente, en sicología no funcionan así las cosas, quiero decir: "para el síntoma A aplique el fármaco X y obtendrá N"...

-...Me encantan las metáforas con ecuaciones..

- ... ¿qué? ah, claro... bueno, decía que en sicología todo se trata como un proceso, me entiende? estaría mintiendo si le dijese que en tres sesiones vamos a solucionarle su problema, digo... que vamos a guiarle para que se sienta mejor, es tan posible eso como que nos demoremos menos, o más...

- ¿Le gusta Kafka?

- Francamente no lo leo desde mi juventud

- Pero si usted no es ninguna anciana, al contrario...

- Eh gracias, pero quiero decir que cuando más joven -jaja- lo leí bastante pero hace mucho que dejé de hacerlo

- Eso suena como una decisión, le costó tomar esa decisión?

- ...

- Oh, perdone, soy un entrometido... mejor volvamos a

- la imagen

- Claro, cuando habló del funcionamiento del tratamiento sicológico, y usó la palabra "proceso" la primera imagen que se me vino a la cabeza fue esa novela de Kafka... sabía usted que nunca quiso publicarla?

- cómo así?

- Tal cual, luego de su muerte su supuesto amigo decidió que el mundo no podía perderse de ella. Quizás tenía razón pero no puedo evitar pensar que cada vez que alguien lee "el proceso" está urgueteando las entrañas de un cadaver... por lo demás, sin su permiso...

- No habría otra posibilidad no? en tanto que difunto

- hahaha, tiene toda la razón Doctora...

- Eh, en verdad los sicólogos no somos doctores, solo sicólogos... quiero decir, sicólogos. somos sicólogos.

- Ah cierto, a menos que hagan un doctorado en algo, no?

- Si, supongo...

- Y nunca pensó hacer uno?

- La verdad no, ¿piensa que es importante tener un título de esa magnitud?

- Creo que resulta imponente, no? además en el contexto de una consulta sería útil llamarle doctora, si no, cómo debo llamarte? sicóloga?

- mmm quizás podría llamarme por mi nombre...

- Pero eso como que podría ir encontra de nuestra relación tratante-paciente, no?

- Es cierto, dígame doctora si le place...

- Si, me place... mmm, bueno... doctora. Y si yo le llamo doctora cómo debe usted llamarme? paciente?

- Supongo que si..

- Pero es demasiado impersonal, o sea si usted fuese un doctor yo entendería porque es una de las mañas, o más correctamente un problema del enfoque cientificista, no? eso de la impersonalidad...

- Tienes razón, yo prefiero involucrame con mis pacientes y que ellos se sientan lo más cómodos posibles, sin exagerar tampoco jajaja


(...)