viernes, 25 de julio de 2008

la des-unión de los estados

Se me ocurrió una historia:
"Un domingo como cualquiera se levantó de su cama y maquinalmente, luego de la habitual elongación de brazos y espalda acompañada del bostezo de rigor y de estirar la piel de su rostro pasando la mano sobre su cara, se dirigió hacía la entrada de su hogar. Abrió la puerta y como de costumbre encontró sobre el felpudo la edición dominguera de su querido diario favorito. Era una edición especialmente gruesa, pues al ser la versión dominical, no solo traía las noticias más importantes de la semana si no que cada una de ellas venía acompañada o más bien precedida de varios artículos de diversos autores, cada uno experto en su materia, que desde diferentes visiónes aportaban toda clase de información y datos específicos que ayudaran a entender a cabalidad y en su correcto contexto cada noticia. Mientras hojeaba distraído avanzando rápidamente y dejando atrás uno y otro cuerpo, al llegar a la sección de política internacional, se sintió abrumado ante el anuncio de que nuevamente uno de los estados pedía su independencia. Era sólo uno más de una larga cadena de estados que ya no querían estar unidos y que ahora, al hacer pública y expresa su ambición, tendrían que comenzar junto a otros una larga lucha por la libertad y la autodeterminación. Lo bueno es que el resto de estados que ya habían dado ese paso estaban aliados y organizados, a pesar de que muy pocos colindaban entre ellos, o siquiera estaban cerca. Algunos se ubicaban en el no tan frío norte, o cerca de la costa este, en el arido sur o bañados por los mares pacíficos. Algunos de los multiples líderes, o quizás voceros de este, de algún modo espontáneo movimiento, aducían por el contrario que justamente la disgregación era una de sus mayores fortalezas. Hablaban de rodear al enemigo los más belicosos, otros más espirituales decían que la fuerza de su unión residia en lo tenue y abstractos que eran los lazos que les unían, y que estos lazos eran simplemente convicciones y anhelos, sueños en suma. Al parecer, segun rezaba el reportaje, muchos atribuian a la muerte (de causas aún no del todo dilucidadas) del expresidente, el repentino levantamiento masivo de civiles y la consecutiva aplastante represión militar. Parecía evidente ante los ojos del público que los responsables de la muerte del primer presidente que en mucho tiempo trabajaba en pos de un cambio radical (desde las políticas monetarias a las educacionales, pasando por salud y agenda internacional noviolenta) en el actuar del más poderoso país del mundo, no se encontraba oculto en lejanas tierras perdidas, cercanas casualmente a paises petroleros. Saltaba a la vista también que, dado lo inorgánico del actuar castrense y el continuo negar de las autoridades políticas la autoría de las ordenes dadas a los militares en los enfrentamientos armados contra civiles (como nunca se habían visto en la historia de occidente y con el triste pero esperable resultado de miles de muertos) que las fuerzas armadas actuaban bajo sus propios criterios y con el único fin de conservar, por sobre cualquier cosa, el orden establecido. Pronto pasó que muchos politicos de diferentes bancadas no pudieron más mantenerse indiferentes y levantaron la voz contra los militares primero, para, más tarde, sindicar con toda claridad a las cabezas de las entidades bancarias y financieras más poderosas como los autores intelectuales y beneficiarios tanto de las ordenes a los militares como de la pésima administración anterior al advenimiento del asesinado presidente. Fué entonces que en medio de una encarnizada guerra civil, uno de los estados más alejados del epicentro de los enfrentamientos logró, con no poco esfuerzo, el cese al fuego, luego el dialogo y finalmente la unión de todos los habitantes de dicho estado bajo una sola consigna: Independencia. Estaban dispuestos a perder todo beneficio que pudiera venir del gobierno central o de la relación con cualquiera de los estados que mantuvieran el sesgo del gobierno central ahora representado por un vicepresidente que no había continuado con la agenda del democráticamente electo y que, por ende, no era en rigor representante del proyecto por el cual los ciudadanos habían votado. [Ademas dicho vicepresidente, bajo la excusa de obrar en pos de la paz civil y posiblemente influenciado por los ya mencionados banqueros y magnates, otorgaba cada vez más poder a las fuerzas armadas, declarando estado de excepcion, emergencia y sitio a cada estado o poblado que mostrara la menor señal de subversion.] Entonces, este estado, luego de declarar su afán independentista comenzó a buscar aliados, primero entre los paises del este, pero más tarde y ante el no tan escaso pero insuficiente apoyo comenzó a mirar por un lado a los paises del sur, al pais del norte y por otro lado a mirar entre sus hermanos estados. Poco a poco comenzaron a tejerse redes sociales. Poco a poco la violencia tambien comenzó a cesar. Poco a poco los militares se quitaron sus uniformes y descubrieron que bajo ellos habitaba un ser humano libre de pensamiento y acción y consciente de las consecuencias de sus actos. Poco a poco los estados se agruparon bajo una nueva bandera sin color alguno y se opusieron tenazmente a la violencia tanto armada como social, cultural y económica de la que los pasados gobiernos y sus egoicos titiriteros escondidos habian hecho una bandera..."

Pero me dí cuenta que eso es solo un comienzo, uno del cual no quisiera conocer el final, que quisiera no tuviese final y que preferiría fuese real. Lo malo serían algunas de las condiciones necesarias, o de los factores y actores y sobretodo actos mencionados. Lo bueno es que es solo una ficcion, y como tal, solo una entre infinitas posiblidades...


PS. Feliz día fuera del tiempo!!!
Inlakesh

2 comentarios:

ÁlvaroHerrera dijo...

la literatura fantástica parece q no es del gusto de mis escasos lectores, además del hecho de que perdí uno importante recién... qué será de este blog? mmmm mejor suelto las teclas antes que me ponga lírico...

ÁlvaroHerrera dijo...

chuta, quise decir político-fantástica, plaf!