necesitaba distancia para observar
para escuchar, para re-encontrar
mi rostro oculto tras los charcos
-temblaba de miedo en el centro de todo
cansado como piedra sin poder respirar-
el tiempo pasó sin notaralo:
todo se acumulabaen el piso
jirones de papel,
platos quebrados,
el humo en el aire..
las puertas se estiraron y
contrajeron una y otra vez
hasta que rendidos los muros cayeron
cuando volví, el mundo había cambiado
incluso el lenguaje ya no era el mismo
palabras queridas sonaban gastadas
rostros queridos ahora ajenos
algo se había perdido,
ahora algo yacía escondido
[los amigos dijeron cosas vagas al pasar,
me contaron de mujeres frias, desconsideradas
de rostros congelados en la memoria
rostros que en nada se asemejan a
las dueñas que se alejan apuradas]
y es que todos se alejan,
cuando estamos cerca no nos vemos
somos sordos y ciegos al mundo
nada pasa a través
ni al otro ni a nos-otros
nadie nunca oyó
ni cerca ni lejos
jamás ninguno vió
cosa
alguna
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