domingo, 27 de enero de 2008

Género epistolar 01

Hola, cómo estás? Siento mucho no haberte escrito antes, cuando los días se sucedían uno tras otro en celestial indiferencia y calma. Tuve momentos realmente bellos y lamento no haberlos compartido contigo. En verdad lo lamento porque ahora todo es distinto. No sé exactamente porqué, pero siento en el estomago que las cosas no andan bien. ¿Qué has estado haciendo? ¿Con quién? Estoy segura de que algo pasa, no sé bien qué ni pienso aceptarlo, al menos no hasta que no me queden alternativas. Sé que tarde o temprano las pruebas vendrán a golpear mi puerta, tomarán entre sus manos mi rostro y por la fuerza me harán mirar la luz. Pero no pienso hacerlo, me niego rotundamente a hacerlo. Así que mientras tanto, aquí me tienes escribiéndote esta carta.
Me he encerrado en esta habitación con la leve esperanza de que el paso del tiempo me permita encontrar nuevamente la paz de aquellos días en que tu aroma no me asaltaba en la calle mientras escogía los alimentos para la cena, o en la cola esperando a comprar el ticket del tren. Cómo extraño esa época, entonces podía mantenerte a raya entre un puñado de momentos escogidos con pinzas entre otros miles por completo borrados o ignorados. Tenerte encerrado en mi memoria me hacía sentir segura y confiada, dueña de mi misma. No sé cómo fue que escapaste pero siento un miedo enorme y palpitante que no me cabe en el pecho y me impide respirar, me asfixia. Duermo mal, duermo poco. Despierto sudando sobresaltada cada media hora. No puedo distinguir entre los ruidos que vienen de la calle y los de mi cabeza.

Espero que todo pase pronto como ya ha sucedido antes y que pronto vuelva la calma. Solo entonces podré volver a no escribirte y pensar en ti con libertad plena y no entre el par de dimensiones de esta hoja en blanco. Entonces podré volver a verte en los árboles, entre los muchos rostros que se pasean entre tu calle y la mía. Cuando todo vuelva a la normalidad también volverá mi amor por ti. Entonces podré seguir ignorando tu existencia concreta y concentrarme en los preciosos recuerdos, en los mil besos y palabras que me regalaste. En fin, ahora es tarde. Trataré de dormir un poco.


PD. Por favor deja de susurrarme tu nombre en la almohada, de verdad necesito descansar.




5 comentarios:

ara! dijo...

ufff mi comentario es: "sin comentarios"
yo-yo-yo-yo jejej
todo es yo!

besotess, buen blog!

Hamster/Flaca/Maby y sus variaciones dijo...

woow...

eso es todo.


el pd me mató.

Saludos, espero verte pronto.

Anónimo dijo...

Es como agridulce,

triste en la memoria pero tranquilo en el actuar.

FInalmente todos llegamos a esa instancia, a un punto del cual no podemos volver atras, pero la satisfacción de superarse y la alegria de los recuerdos reconfortan el alma.
Además de retomar la tranquilidad del vivir.

Cariños y tal vez nos vemos the Saturday night.

Besoos adioos.

Da. dijo...

no entiendo por qué esos pensamientos a uno lo atormentan una y otra vez. Me identifico con ella, por favor, yo también quiero descansar!

Da. dijo...

por que no puedo comentar en el de arriba???
Ánimos y vive el presente más que nunca. Tienes una oportunidad única en tu vida. No pienses, actúa!
Te adoro.
d-