lunes, 30 de junio de 2008

"Pues el Mesías no sólo viene como Redentor, sino también como vencedor del Anticristo" W.Benjamin

Ok, entonces al mesías que cada uno de nosotros debe ser, no solo le corresponde lavar las culpas que a todo pueblo heredero de la historia que sus ancestros (padres) gestaron y permitieron llegar a nosotros, la culpa que justamente nosotros mismos tenemos de sostener este zeitgeist, de no ser capaces de evitar andar por el camino demarcado por los padres del anticristo que hoy nos toca, nuestro semejante, mesias de su estirpe.
Para redimirnos debemos reconciliarnos con nuestro pasado común, comprendernos y con infinita ternura aceptar quienes hemos sido y qué (cantidad infinita de factores podríamos pensar pero sabemos que unos son preponderantes sobre otros, que unos son causas y otros efectos a la vez causas de sus propios efectos, entonces habría que buscar las causas últimas pero esta tarea podría tomar varias vidas que trabajen inclusive conjuntamente y varias otras que por islas desconozcan el trabajo de sus similares mejor organizados y relacionados) nos ha convertido en lo que somos, pero si llegamos al punto de reconciliación con el pasado y esta es sobre la base del consenso en que todo tiempo pasado no fue mejor, y que dicha creencia sólo podría eventualmente sustentarse en aquello de que ignorancia e inocencia son tan similares, casi como hermanos o compañeros de banco o quizás vecinos en una época pretérita en que dicha condición de cercanía aseguraba o al menos permitía suponer cierto parecido, cierta afinidad de almas que se transluce entre estas palabras que no hay que confundir por amigas que sean, solo en el caso que ignorancia e inocencia sean hermanas cabría perdonar al pasado pero sabemos que hoy tanto como ayer hemos sido testigos mudos de los mil y un actos que por mil y un pequeños anticristos más o mejor concientes de su unión tenue o abstracta han utilizado en pos de moldear el escenario en que nos toca jugar el rol de ,no víctimas, más bien el de Hamlet o Edipo indeciso o sin plena conciencia del origen del mal, del culpable que siempre buscamos pero que si lo hacemos con seriedad e inteligencia el conocimeinto de su identidad solo traerá la agobiante y paralizante certeza de que es más fuerte, más poderoso, inclusive que su organización es más numerosa que cualquiera que podamos nombrar xq de la suya hay miembros en aquellas que se hacen llamar nuestras, hay meimbros que ni siquiera lo son, ni de la suya ni la nuestra pero ante los beneficios de su venia felices inclinan el rostro hasta besar el suelo si es necesario, o si no, basta con que le plazca al dueño de todo cuanto vemos que en verdad no tiene dueño pero en la práctica y sobretodo xq NO tiene que ser así lo tiene, y como nosotros infantes y cómplices testigos pasivos del sacrilegio de estilo de vida de este mundo nada hacemos, miramos, observamos, a veces criticamos o nos quejamos pero en verdad por más que nos organicemos y braceemos y pataliemos, solo son aspavientos comparados con las fuerzas del anticristo. Sé que suena desesperanzador pero así me siento estos días, francamente no sé que rumbo tomar, o a qué cabeza de la hidra apuntar (son tantas) y por más que cerca mio ronden seres maravillosos que no menos concientes que yo de lo desigual de la batalla han decidido de todos modos luchar en el frente de su elección y les admiro tanto, y tanto quisiera ayudarles y trabajar con ellos pero sé que no es el momento ahora, que ese día viene llegandoi y con este escrito y con la sensación que me hace apretar el estomago y fruncir el ceño invoco esas fuerzas, invoco la determinación y la pureza de objetivo que me haga ser un aliciente, un aporte y un activo partícipe en la formación de este mundo en el que vivo y al que respeto y amo.
Que así sea

2 comentarios:

Da. dijo...

y cuando te metes al facebook???
mira que te estoy esperando.

ÁlvaroHerrera dijo...

descubrí algo sosprendente! esta entrada tiene seiscientas sesenta y seis palabras! speaking of devil